¿Cómo manejar el estrés cuando tienes un horario ajetreado?
La mayoría de las personas llevamos vidas demasiado agitadas en las que, entre el trabajo, las tareas domésticas y las responsabilidades familiares, apenas nos queda tiempo. Así, nos vamos sintiendo cada vez más desbordados, más agobiados y llevamos nuestros recursos psicológicos al límite. El problema es que, como reveló un estudio de la Universidad de Yale, estar expuestos continuamente a este tipo de situaciones estresantes no solo nos genera un profundo malestar psicológico sino que provoca cambios a nivel cerebral que, a largo plazo, pueden aumentar nuestra vulnerabilidad al estrés. De esta manera, terminamos inmersos en un ciclo autodestructivo en el que cuantas más obligaciones asumimos, mayor es nuestro estrés.
En estos casos, hacer una pausa para descansar y relajarse puede ayudarnos a ver los problemas desde otra perspectiva y brindarnos la energía que necesitamos para retomar las riendas de nuestra vida. Sin embargo, inmersos en la dinámica del día a día, muchas veces se nos hace imposible tomarnos esa pausa tan necesaria y tenemos que aprender a lidiar con el estrés bajo la presión que nos impone el exceso de tareas y obligaciones. En estas circunstancias aliviar el estrés no es fácil, pero es necesario ya que, de lo contrario, puede terminar haciéndonos mucho daño si no le ponemos coto cuanto antes.
Si llevas una vida ajetreada, aprender a manejar el estrés debería ser una prioridad
Todos hemos experimentado estrés alguna vez en la vida y conocemos, en mayor o menor medida, sus repercusiones para nuestro bienestar psicológico y físico. Más allá de su impacto negativo en nuestro descanso adecuado y equilibrio emocional, el estrés también afecta nuestra concentración, reduce nuestro rendimiento cognitivo y productividad. Sin embargo, lo que muchos no conocen es que el estrés acumulado también aumenta nuestra tendencia a la impulsividad, haciendo que tomemos peores decisiones, como encontraron investigadores de la Universidad de California.
De la misma manera, vivir bajo un estrés continuo puede afectar nuestra motivación y hacernos que entremos en modo piloto automático y enfoquemos nuestra atención en las cosas urgentes mientras pasamos por alto las verdaderamente importantes que son las que al final le confieren sentido a nuestra existencia. Y, en este estado, es muy fácil que la sensación de apatía y abulia, así como el sentimiento de vacío o la niebla mental se instaure en nuestras vidas, haciendo el camino hacia nuestras metas cuesta arriba.
Si eres una persona muy ocupada, apenas tienes flexibilidad en tu agenda y tienes que gestionar muchas responsabilidades a diario, vivir bajo las sombras del estrés no solo te pasará una alta factura psicológica y física sino que te impedirá llegar a todo y obtener los resultados que esperas. Por eso, es fundamental que aprendas a manejar el estrés y lidiar con las situaciones que representan una carga añadida. A fin de cuentas, no son las circunstancias las que nos estresan sino la percepción que tenemos de ellas y la actitud con que las afrontamos.
5 técnicas útiles para aprender a lidiar con el estrés, incluso en mitad de la tormenta
Manejar el estrés nunca es fácil, más aún si llevas una vida ajetreada en la que apenas tienes tiempo para relajarte, disfrutar de tu pasatiempo favorito o compartir con las personas que más quieres. Sin embargo, eso no significa que tengas que vivir bajo la influencia del estrés. Existen numerosas herramientas, avaladas por los profesionales de la psicología, que pueden ayudarte a gestionar el estrés incluso en esos días más tensos y difíciles. He aquí algunas claves que puedes poner en práctica para conseguirlo.
1. Practica la conciliación
Una buena conciliación entre tu vida laboral y familiar no solo te permitirá gestionar mejor tus responsabilidades en el trabajo y las obligaciones del hogar sino que te ayudará a reducir tus niveles de estrés. Esto se debe a que una buena conciliación te brinda la flexibilidad que necesitas para gestionar mejor tu agenda y dedicar un tiempo específico a cada tarea, lo cual aligerará la carga que llevas sobre los hombros y te ahorrará preocupaciones innecesarias. A largo plazo, podrás tener un mayor control sobre tu jornada para definir lo que debes hacer a cada momento, lo que contribuirá a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y evitará que tus recursos cognitivos se saturen.
2. Planifica tu día con antelación
Planificar tu día o semana con antelación te brindará una mayor sensación de control sobre tu jornada, lo cual te ayudará a gestionar mejor el tiempo y te permitirá desempeñar las tareas con más calma. Saber de antemano qué tareas tienes programadas para la jornada te ayuda además a aliviar tu carga mental ya que no necesitas recordar todo lo que debes hacer ni pensar en cómo hacer malabares con tu tiempo para llegar a todo porque ya lo tendrás planificado. Por tanto, esa energía cognitiva podrás utilizarla para enfocarte mejor en tus tareas y tus objetivos de la jornada.
3. Reduce tu consumo de información
Esas noticias que lees a diario, los mensajes que revisas en Whatsapp, los tuits que entras a mirar o esos correos publicitarios que llegan a tu bandeja de entrada no solo te roban un tiempo valioso sino que pueden aumentar tus niveles de estrés. Por tanto, un recurso muy sencillo para aprender a gestionar mejor el estrés en tu día a día consiste precisamente en limitar la información que consumes a diario. Así lo corroboró un estudio realizado en la Universidad de Queensland en el que se encontró que el simple hecho de desconectarse de las redes sociales durante unos días reduce los niveles de estrés. ¿Cómo discriminar la información? Todo lo que no te aporte nada interesante o provechoso, deséchalo o pásalo a otra persona para que lo revise por ti.
4. Confiere flexibilidad a tu jornada
Si bien tener una agenda desorganizada en la que no sabes lo siguiente que te aguarda puede llegar a ser muy estresante, tener una jornada planificada hasta el más mínimo detalles también puede incrementar tus niveles de estrés. Por eso, es importante que confieras cierta dosis de flexibilidad a tu día a día, de manera que dejes tiempo para hacerle frente a los imprevistos, las actividades urgentes o simplemente para cambiar de planes. Contar con una jornada flexible no sólo te permitirá adaptarte a los cambios que puedan surgir y tener una mejor conciliación sino que te ayudará a reducir los niveles de cortisol.
5. Aprende a delegar
Sin duda, una de las mejores herramientas para aprender a lidiar con el estrés en el día a día consiste en delegar todas las tareas que pueden hacer otras personas por ti, tanto en el ámbito laboral como familiar. Delegar en otros las responsabilidades menos importantes, pero que llenan tu agenda y consumen un tiempo valiosísimo que podrías dedicar a las tareas realmente significativas no solo te aligerará tu jornada y ayudará a conciliar trabajo y familia sino que contribuirá a aliviar el exceso de tensiones y el estrés.
Por último, si crees que no estás siendo capaz de gestionar el estrés en tu vida y sientes que tu día a día te supera, también puedes recurrir a terapia online donde un psicólogo te brindará recursos y herramientas útiles y efectivos para que aprendas a manejar el estrés y prevenir sus consecuencias.